viernes, 27 de diciembre de 2013

La carencia del hombre sabio

Donde otros lloraron tú sólo llevaste tu risa
y resucitó el arte de vivir sin miedo
y floreció el olvidado gusto de vivir la vida
y acaloraste las mejillas dobladas y oxidadas
y bendijiste, sin orgullo ni razón, todo este hueco del mundo.

Pobre de aquel que sin tu gracia y sin tu risa
tiene que peregrinar por los lugares a los que no hay
ni un pedazo de tu luz.
Pobre de aquel que sigue haciendo sendero
por los lugares en los que no se bebe tu nombre.

Me apiado del hambre, de la sed, de la injusticia
pues, ¿qué podrías hacer en ellos?
Yo me refiero a esos lugares donde el hombre sabio
teniéndolo todo, está vacío,
lleno de nada,
hasta conocerte a ti, alegría pura, luz ardiente,
rara avis,
promesa en la tierra.
Haces grande este pequeño espacio que con tu esperanza llenas.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Cosmoposología

Seguir la fluctuación de una sensación
que no termina en el momento de oscilación,
que sigue fluyendo                           al expandirse
que ya está 
poblando el   espacio   , 
visitando planetas.

Sentir el seguir por fluir en el vivir
y seguir viviendo por fluir el sentir
y sentir mucho el no fluir viviendo.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Memento amoris


La autocomplacencia, el no calor de las sábanas,
las no lágrimas, los no fondos en los tequieros,
el no café, el no saber si es que yo no sabía querer
o es que tú no me estabas queriendo.

Y yo sabía que no me querías y me dejaba no querer.
Pensaba que si eso te aburría me empezarías
a besar con pasión,
a querer quedarte conmigo en la cama,
a sentir mariposas desde el corazón a la garganta,
a pensar en mí sin el ti del mí.

A querer quererme aunque ya no te quisiera querer.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Si Robespierre levantase la cabeza

Que un hombre susurre el nombre del hombre al que ama mientras su susurro es víctima del estruendo de un tiro.
Y no se puede ser poeta, masón, vago o maleante,
No se puede ser bohemio hoy, y qué nos queda.
Si hemos perdido la liberación en la palabra bajo el peligro del yugo.
Si en plena libertad del lenguaje te sientas frente a una caja que emite luces y palabras limitadas por el derecho, por el libro de estilo, por el gobierno de turno.
Cómo va a haber crítica, si nos asustan las palabras que van más allá de la resistencia pasiva.
Si Robespierre levantase la cabeza de su cesto de mimbre...
Cómo va existir la autonomía, si tienes que unirte a un grupo para hacer bulto.
Nos sentimos pequeños porque la vorágine se desata, y hemos dejado en manos de antiguas generaciones todo afán de cambiar las cosas.
Nos supera y sentimos que nos folla la impotencia. Que viene golpeando la libertad pero que la voluntad no nos toca.
Una cacerola, un silbato, una pancarta, un código penal, antidisturbios, un palestino en verano, una cerveza fría, un “hoy hemos cumplido, camaradas.”
Qué vergüenza, claro que me da miedo salir a la calle.
Me acobarda cómo os doblegáis. Me acobarda vuestro postureo y la vasta inconsciencia de la realidad por la que salís a dar gemidos de progres a lo loco.
Me acobarda tener que callar en cada marcha en la que se gritan cosas sin contrastar y generalizadas.
Me da asco salir a la calle hasta que eso no signifique que los que tienen que cagarse de miedo se lo hagan encima porque saben que sin leyes, sin pena, sin comisarías, antecedentes, reprimendas, lesiones, juicios, broncas… Asesinaréis.
Asesinad la conciencia.
Volved atrás para hacer un impulso hacia delante.

Pero no contéis conmigo hasta que vaya a correr la sangre de la conciencia.

domingo, 27 de mayo de 2012

Tanto que da miedo

Tanto que da miedo.
Y da vértigo asomarse a las tripas de la verdad de la intentas alejarte.
La misma verdad a la que vuelves a acercarte a veces de una forma
inercial, casi inevitable.
Quizás sea como acercarte al cadáver de un sentimiento que fue muy real.
Sabes que lo fue, lo ves en imágenes,
porque, otra cosa no, pero tu vida
sólo son fotogramas que acarician y arañan los párpados de la memoria.
Fotogramas con subtítulos, porque pero tú recuerdas la voz
pero ya no sabes si era esa voz o ya la estás inventando.
Porque tampoco sabes si esas eran las caras, las miradas, las caricias
o las lágrimas, o el mar, o las rocas
contra las que hoy rompen las olas repitiendo el tiempo el calor,
ese mismo calor y esa misma humedad.
Repitiendo el paisaje el mismo color.
Repitiendo los paisajes las mismas sombras.
¿A qué venía todo esto? Desde que he abierto este documento lo he olvidado.
Quería decir quizás que no hay lugar en el que haya estado que pueda abandonar.
Ni hay lugar en el que habiendo sido feliz trate de volver.
Porque soy débil. Porque cuando se ha amado no se deja de amar.
Es otra cosa la que ocurre.
¿Sois capaces de escribir eso? Yo no.
He matado a hierro muchas veces.
Pero a hierro sólo se muere una vez.
Acabo de recordar por qué he entrado a escribir esto.
Porque por primera vez tengo miedo,
por primera vez me siento tan débil,
porque he dejado que se me rompa la armadura
y hay alguien que puede hacerme sentir el dolor
que yo he infringido en mi vida.
Porque ahora quiero tanto,
tanto que da miedo.

jueves, 3 de noviembre de 2011

De cuando en cuando

De cuando en cuando
te abres a visitas.
Siempre de cinco a doce,
con dos besos, un abrazo.
Y echas las persianas
cuando no es tu horario,
y dejas un cartel
de no me hacen falta extraños.

Me monto en Cólera
para llegar a Jaén, a las once y cuarto.
Recojo la utopía y otras cosas.
Doblo la aventura, la guardo en el armario.
Al día siguiente enero.
La miel se estaba helando.
Corrijo algunos gestos, y otros los maltrato.

De vez en cuando cedo,
por cosas del horario,
y echo las mentiras, los puños a los gatos.
Me abro completamente
en esa franja en que me abro.
Repiten en las pizarras
poemas que escribía yo hace ya algunos...

Hablando de lógica,
voy a buscarte donde no te encuentres
y, allí, donde sea noche,
me marcharé de día.

martes, 18 de octubre de 2011

Alfa


Soy un saco de polvo de estrellas que un día se rasgó por una esquina. Así comenzó la cuenta atrás de esto a lo que llamo vida en mi idioma.