lunes, 4 de noviembre de 2013

Memento amoris


La autocomplacencia, el no calor de las sábanas,
las no lágrimas, los no fondos en los tequieros,
el no café, el no saber si es que yo no sabía querer
o es que tú no me estabas queriendo.

Y yo sabía que no me querías y me dejaba no querer.
Pensaba que si eso te aburría me empezarías
a besar con pasión,
a querer quedarte conmigo en la cama,
a sentir mariposas desde el corazón a la garganta,
a pensar en mí sin el ti del mí.

A querer quererme aunque ya no te quisiera querer.

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