Si solo sirvo para calentar las sábanas.
De curandera de heridas que abro.
De abridora de heridas que no curo.
Si echo a lavar las sábanas.
De besadora de pieles recicladas del amor.
Peligroso.
No me gusta lo peligroso.
Desde que tiré una casa abajo, y una librería.
Quizás había niños dentro, no se ha salvado ninguno.
No sólo sirves para calentar sábanas, a no ser que quieras convetirlo en tu cometido, ha quedado demostrado que eres capaz de calentar corazones y mejillas. El resto es todo decisión tuya.
ResponderEliminarTienes un don. Hacía tiempo que no me estremecía leyendo por internet.
ResponderEliminar